Vale la pena tomarse un tiempo y escuchar la exposición de Sugatra Mitra sobre su idea formar una escuela en la nube: un repositorio de preguntas motivadoras para poner en marcha el auto-aprendizaje. Para justificar su idea, Mitra nos narra una inspiradora historia de cómo comenzó su investigación.En India Sugata dejó en el hoyo de una pared una computadora empotrada y observó como los niños de barrios pobres aprendían, sin ayuda alguna, a utilizar la computadora y luego distintas materias, incluso contenidos en otros idiomas contra toda lógica pedagógica. "No se trata de hacer que el aprendizaje ocurra. Se trata de dejar que suceda" nos indica Sugata.
Me llama tremendamente la atención el método pedagógico de "No tengo idea" del que habla Mitra, me recordó mucho a "El maestro ignorante" de Jacques Ranciere, puesto que en su libro cuenta una historia similar en que Jacotot le enseñó francés a sus estudiantes sólo entregándoles una versión bilingüe de "Las aventuras de Telémaco".
Esto nos deja muchas reflexiones, pero la que quiero rescatar es la de la igualdad. El aprendizaje generalmente se pone en marcha desde una desigualdad del que sabe con el que no sabe. Por el contrario en este caso el profesor desde su ignorancia no necesita explicar, sino sólo motivar el aprendizaje, dar el primer empujón al proceso. Y es que el estudiante no necesita explicaciones para aprender, el conocimiento está en el mundo, es sólo cosa de tener las herramientas y la curiosidad necesaria para comenzar a descubrirlo y recrearlo.
"El explicador es el que necesita del incapaz y no al revés, es él el que constituye al incapaz como tal. Explicar alguna cosa a alguien, es primero demostrarle que no puede comprenderla por sí mismo. (...) La trampa del explicador consiste en este doble gesto inaugural. Por un lado, es él quien decreta el comienzo absoluto: sólo ahora va a comenzar el acto de aprender. Por otro lado, sobre todas las cosas que deben aprenderse, es él quien lanza ese velo de la ignorancia que luego se encargará de levantar." (Ranciere, 1988, 8).
¿Estás de acuerdo? ¿Te surgen otras reflexiones de la idea de Sugata Mitra?
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